Fábula

Es un breve relato ficticio, en prosa o verso, con intención didáctica o crítica frecuentemente manifestada en una moraleja final, y en el que pueden intervenir personas, animales y otros seres animados o inanimados que hablan y actúan como seres humanos. Se llama fábula también a los relatos de la mitología clásica. Fábula también puede referirse a una historia falsa, una invención, un rumor o habladuría.


Etimológico del término fábula, nos encontramos con el latín “fabûla” que a su vez se derivó del verbo “fabulare” con el significado de “hablar” o “conversar”. También fábula era la denominación que se otorgaba a las obras de teatro.

Como género literario, posee un carácter mixto narrativo y didáctico;

  • Elementos de la narración
  • Estructura
  • Los personajes
  • Temas
  • Son populares
  • Son breves
  • Pueden comunicarse en verso o en prosa
  • El orden del relato es lineal, sin saltos temporales
  • Son educativas o moralizantes
  • Son atemporales
  • Los personajes representan arquetipos
  • Predominan los personajes de animales u objetos humanizados (personificados), aunque también hay fábulas con personajes humanos y divinos

Las fábulas cumplen una función eminentemente didáctica, puesto que tienen como objetivo transmitir una enseñanza, conocida como moraleja, al final de la historia.



Las fábulas, suelen estar escritas en prosa o en verso además de que suelen ser historias breves y didácticas, en estilo llano.

  • Inicio: Realiza la presentación del lugar en donde sucede la historia, el tiempo y los personajes.
  • Nudo: Es el momento de la narración donde se presenta la situación problema.
  • Desenlace: El momento en el que los personajes resuelven la situación problema.
  • Moraleja: Es la reflexión o enseñanza obtenida con el desarrollo de la historia. En algunos casos es descrita al final de la historia.



Según el tipo de relato:

  • Fábulas de situación: son aquellas fábulas en que un personaje se enfrenta solo a un dilema, mientras otro que lo observa sanciona la escena sin participar en ella.
  • Fábulas agonales: consta de tres momentos. Primero, la situación inicial; segundo, el agón o evaluación donde cada personaje expresa su posición; tercero, la enseñanza o conclusión.
  • Fábulas etiológicas: son aquellas fábulas de muy breve duración, que se encabezan o rematan con una moraleja. Según el tipo de personajes.
  • Fábulas mitológicas: protagonizadas por dioses. Suelen relacionarse a los mitos.
  • Fábulas humanas: protagonizadas por personajes humanos.
  • Fábulas animales: protagonizadas por animales humanizados.
  • Fábulas del reino vegetal: son aquellas protagonizadas por plantas.
  • Fábulas de objetos inanimados o seres inertes: aquellas donde los objetos se animan.


Fábulas de animales: Son las más comunes, donde se establecen relaciones entre animales, humanos, dioses… pero realmente los protagonistas son los animales. En muchas de ellas estos tienen rasgos humanos, como por ejemplo el hecho de que hablen, piensen, etc. y se les pone en situaciones que son más habituales de personas que de animales.

Fábulas humanas: También pueden darse, donde, en este caso, son los seres humanos los protagonistas de la historia y los que cuentan lo que les pasa. En este caso, los humanos se relacionan con otros humanos, con animales, con dioses, seres inertes… En realidad, no se limitan a otros personajes.

Fábulas del reino vegetal: Al igual que ocurre con las anteriores, en este caso los protagonistas son las plantas y, como ocurre con los animales, también se les otorgan rasgos más enfocados a los humanos (como hablar, moverse, pensar…).

Mitológicas: En el caso de este tipo de fábula, te encontrarás con protagonistas deidades, es decir, serán dioses poderosos que, o bien dan lecciones con su sabiduría, o bien ellos mismos aprenden algo de los demás, ya sean animales, humanos, otros dioses, etc.



Cosas inertes: Ya sean objetos o cosas, también estos pueden formar parte de las fábulas. En este caso, un ejemplo podría ser el soldadito de plomo, un juguete inanimado y, sin embargo, que cuenta una historia.

Agonales: Estas no son muy conocidas, pero sí que son otro tipo de ellas. Se refieren a personajes contrapuestos, es decir, hay un protagonista y un antagonista y el final de la fábula nos lleva a que se premia a quien lo hace bien y se castigue al otro. En este caso, no es tan importante quién es el protagonista, sino lo que ocurre y sobre todo la enseñanza final, en cuanto a premiar lo bueno y castigar lo malo.



Etiológicas: Este tipo se refieren a aquellas que hacen referencia a situaciones históricas. En este caso, los propios personajes no son tan importantes como sí los acontecimientos que relatan de forma que ayudan a que se conozca la historia, pero desde una forma más amena.




En su mayoría, los personajes suelen ser animales u objetos inanimados a los que se les dota con pasiones humanas como la codicia, la soberbia o la envidia. Estos suelen estar envueltos en situaciones problemáticas que deberán resolver. Estos personajes animales suelen ser prototipos: la nobleza y la fuerza son representados por el león; la astucia por el zorro, etcétera.



La fábula ya era cultivada en Mesopotamia, dos mil años antes de nuestra era. En la antigüedad griega, la primera fábula, conocida como "fábula del ruiseñor", la contó Hesíodo a comienzos del siglo VII a.C. en Los trabajos y los días, y ya posee la intención de hacer reflexionar sobre la justicia. Demetrio de Falero publicó la primera colección de fábulas históricamente atestiguada, que se ha perdido, pero que dio lugar a innumerables versiones.

En la Edad Media la fábula continúa transmitiéndose bajo nombres de autores o de colecciones que parecen pseudónimos: Romulus, Syntipas, pseudo-Dositeo, el Isopete... Era un género muy útil a los sacerdotes que pretendían edificar moralmente y con sencillez al pueblo iletrado cuando se permitió que los sermones se hicieran en lengua vulgar. La temática se expande considerablemente al terreno satírico mediante el Roman de Renart, colección de narraciones compuestas por clérigos anónimos en el siglo XII. En las historias del Ysengrinus, obra latina del poeta flamenco Nivard de Gand, la lucha del zorro contra el lobo sirve de pretexto para una vigorosa crítica social de la sociedad feudal y sus injusticias.

Durante el Renacimiento las fábulas contaron con el interés de los humanistas; Leonardo da Vinci, por ejemplo, compuso un libro de fábulas. El género de los emblemas, que se puso de moda en el siglo XVI y XVII, recurrió con frecuencia a la fábula en el comentario escrito y en el grabado gráfico a imitación del humanista italiano Alciato, como los de Guillaume Guéroult, quien parece haberse especializado en este género con El Blasón de los pájaros (1551), Los himnos del tiempo y sus partes (1560) y Figuras de la Biblia (1564), compuestos bajo el mismo modelo de un grabado acompañado de una corta pieza en verso.

Las fábulas y los apólogos se utilizaron desde la Antigüedad grecorromana por los esclavos pedagogos para enseñar conducta ética a los niños que educaban. La moral deducida de estos ejemplos era la del paganismo: es imposible cambiar la condición natural de las cosas, incluida la condición humana y el carácter de las personas. Con el tiempo, el Cristianismo sustituyó esta concepción del mundo por otra que presuponía en el hombre la posibilidad de cambiar su naturaleza, con un juicio moral incluido. Esopo y Babrio, entre los autores de expresión griega, y Fedro y Aviano entre los romanos. Con la revitalización de la Antigüedad clásica en el siglo XVIII y su afán didáctico y educador comenzaron a escribirse fábulas; en el siglo XIX, la fábula fue uno de los géneros más populares, pero empezaron a ampliarse sus temas y se realizaron colecciones especializadas. En el siglo XX el género se cultivó ya muy poco. A principios del siglo XXI, inesperadamente la fábula padece una revolución literaria gracias a la obra del escritor napolitano Sabatino Scia, autor de más que doscientas fábulas, que él llamó "fábulas de protesta occidental".




ESOPO

Según las fuentes y sin certeza histórica (incluso se duda de su existencia real), nació en Amerium, una localidad cercana a Frigia (Asia Menor), sobre el año 620 A.C. Otras fuentes citan su población de nacimiento en Tracia o en Lidia. Falleció en 564 A.C. Algunas de sus fabulas: El zorro y las uvas, La tortuga y la liebre, El lobo y el cordero, La hormiga y el escarabajo, El asno y la carga de sal, El lobo y las ovejas, El ciervo y el león, El perro y la sombra.



TOMÁS DE IRIARTE

Tomas de Iriarte nació el 18 de septiembre de 1750 en Puerto de la Cruz, Tenerife y falleció el 17 de septiembre de 1791 en Madrid. Se murió a los cuarenta y un años. Era fabulista, traductor. Dramaturgo y poeta español de la ilustración. Entre sus fabulas están: El burro fabulista, La hormiga y la pulga, Los dos conejos.



FÉLIX MARIA SAMANIEGO

Félix María Samaniego nació en La Guardia (Álava) un pueblo muy bonito el 12 de octubre de 1745. Estudio en el colegio de Francia. Cuando se hizo mayor estudió en la universidad de Valladolid. Su madre llamada Juana y su padre Félix Ignacio estaban muy orgullosos porque se hizo famoso escritor español de fábulas. Luego murió igual en que donde nació, en La Guardia el 12 de agosto de 1801. Entre sus principales fábulas tenemos: La paloma, Congreso de ratones, La cigarra y la hormiga, El perro y el cocodrilo y La zorra y las uvas.



MARIA DE FRANCIA.

María de Francia fue una poeta nacida en Isla de Francia que vivió en Inglaterra a finales del siglo XII. No se sabe prácticamente nada de su vida, aunque escribió en anglo-normando, una clase de lengua de oíl hablada entre las élites de Inglaterra. Falleció el 11 de marzo de 1198. Fue fabulista y era una mujer que sabía latín. Adaptó las fábulas de Esopo.



La cigarra y la hormiga

La historia "La cigarra y la hormiga" tal vez sea la más famosa y difundida fábula de Esopo. El relato es breve, de apenas dos párrafos, y presenta a dos animales antagónicos como personajes principales: la hormiga, símbolo de trabajo y empeño, y la cigarra, símbolo de la pereza y el descuido. Mientras que la hormiga trabajó arduamente durante todo el verano para abastecerse en invierno, la cigarra, inmediatista, pasó el tiempo cantando sin pensar en el invierno que estaba por venir.




https://dle.rae.es/f%C3%A1bula

https://es.wikipedia.org/wiki/F%C3%A1bula

https://www.significados.com/caracteristicas-de-la-fabula/

https://www.actualidadliteratura.com/fabulas/

https://www.culturagenial.com/es/las-fabulas-de-esopo/

https://deconceptos.com/ciencias-sociales/fabula

https://www.youtube.com/watch?v=E7oi8QvsAus

Esopo / Babrio (2003). Fábulas de Esopo; Vida de Esopo/ Fábulas de Babrio

«Estudios ofrecidos a Emilio Alarcón Llorach. La fábula esópica: estructura e ideología de un género popular.»

https://cpujue.educacion.navarra.es/blog/2019/04/fabulistas-famosos/

Christian Vandendorpe, Learning to Read Fables, Montreal, 1989

Jean-Bruno Renard, Rumores y leyendas urbanas, Coll. "¿Qué estoy haciendo?" »3445

Fábulas esópicas, Traducción de Alfredo Róspide López y Francisco Martín García, Madrid: Editorial Alba, 1989.

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La Fontaine, Jean de, Obras completas. Edición de J. Marmier, París, Seuil, 1965.

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García, C. Fábulas de Esopo. Vida de Esopo. Fábulas de Babrio. 1985. Madrid: Editorial Gredos.

Vossler, K. La Fontaine y sus fábulas. 1947. Buenos Aires: Espasa Calpe.

Francia, A. Educar con fábulas, 1992. Madrid: CCS.



Rojo Sandoval Juan Carlos

Brenda Clareth López García

Yael Nicolás Ramos Cruz

Angela Araceli Jiménez Galicia










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